
(512) 571-3003
(512) 571-3003
Elegir Carrera ≠ Elegir Concentración ≠ Elegir Universidad
escrito por Roberto Noya, College Counseling and Consulting LLC
Muchos piensan que el proceso de seleccionar una universidad se reduce a lo siguiente: Primero, eliges una carrera, lo que determinará tu especialidad, que a su vez te permitirá elegir la universidad adecuada. Si bien esta fórmula puede servirle bien a algunos estudiantes, este no es el caso para la mayoría de ellos.
El proceso de buscar universidades debe comenzar no más tarde del comienzo del tercer año de secundaria. Al pedirle a un estudiante con aspiraciones universitarias que primero seleccione una carrera, esencialmente le estamos pidiendo a un joven de 16 años de edad que se decida entre las pocas industrias o empleos que le son familiar.
Yo, por ejemplo, todavía no sé lo que quiero ser cuando sea grande (a pesar de ya ser corpulento), y muchos padres comparten este sentimiento. Por otra parte, muchos de los empleos por los cuales los estudiantes de hoy competirán en el futuro ni siquiera existen todavía. Y los puestos tradicionales van cambiando radicalmente como consecuencia de la tecnología. ¿Por qué, entonces, suponemos que un estudiante de secundaria puede hacer la mejor elección de una carrera antes de investigar sus opciones? ¿Y por qué tenemos que pedirle que haga esa elección a los dieciséis años?
Además, la mayoría de las carreras no dictan la elección de un área de concentración en particular. Si piensas practicar la ingeniería o la arquitectura y no te concentras en estas disciplinas, te tardarás por lo menos un año más que de lo contrario llegar a tu meta. Es cierto también que te será difícil trabajar en laboratorios científicos o cursar estudios avanzados en las ciencias naturales sin una concentración en materia parecida. Más allá de estos ejemplos, sin embargo, es difícil identificar una carrera que requiere una especialidad particular.
Consideremos tres de los campos de carrera bastante populares: la medicina, la abogacía, y los negocios. Mientras que casi todas las instituciones post-secundaria en los EE.UU. ofrecen un “programa” de pre-médica, muy pocas ofrecen una especialización en este campo al nivel sub-graduado. Los programas de pre-medicina le asignan al estudiante un consejero especial. Éste insta a los estudiantes a que tomen los cursos requisitos para ingreso a las escuelas de medicina (un año de biología, física, e Inglés y dos años de la química, incluyendo la química orgánica), ayuda a los estudiantes a identificar el tipo de medicina que deberían practicar, y les aconseja cómo prepararse para el MCAT (el temido examen de admisiones para colegios americanos de medicina). Las escuelas de medicina, sin embargo, no requieren una concentración particular, a pesar de que la mayoría de los estudiantes de pre-médica eligen especializarse en biología. Estos estudiantes, sin embargo, no disfrutan mejor tasa de admisión a las escuelas de medicina que los especializados en otras disciplinas.
Para la abogacía, la mejor preparación es leer ampliamente y desarrollar la habilidad de pensar analíticamente. Estas son las destrezas que mejor preparan a estudiantes para el éxito en el estudio y la práctica de la ley. Y esta preparación se puede lograr en muchísimas especialidades diferentes (y también en conjuntos de cursos de educación general). El número de universidades americanas que ofrecen una concentración en abogacía al nivel sub-graduado es minúsculo, Muchos estudiantes que anhelan estudiar derechos se especializan en la historia o las ciencias políticas; sin embargo, los especializados en la filosofía y la física logran recibir proporcionalmente más ofertas de admisión en las escuelas de derecho.
El campo de los negocios quizás mejor ilustra mi alegación. Muchísimas universidades ofrecen concentraciones en los negocios, pero la mayor parte de los directores ejecutivos (CEOs) de la lista Fortune 500 se especializaron en disciplinas de las artes liberales, no en sujetos comerciales. Mientras que algunos hombres y mujeres de negocios se especializaron en el campo al nivel sub-graduado, muchos otros se especializaron en la economía (que no es una concentración pre-profesional) y muchos más en las disciplinas de las humanidades, las ciencias sociales, y las ciencias naturales–todas las categorías de las artes liberales. Encuestas de empresarios demuestran que éstos hacen hincapié en la importancia de conseguir una amplia base de conocimientos y de desarrollar las habilidades de indagación, investigación, el pensamiento analítico, y la comunicación para competir con éxito en la economía global.
El entrenamiento en muchos campos se adquiere principalmente al nivel de estudios graduados y/o en el trabajo mismo, y no al nivel sub-graduado. Esto pone en duda el valor de presionar a los estudiantes de secundaria a que comiencen su búsqueda para una universidad eligiendo una carrera antes de que puedan evaluar razonablemente sus opciones o su idoneidad para determinados tipos de trabajo.
Estos días es comúnmente aceptado que el bachillerato es tan importante para buscar empleo como un diploma de escuela secundaria lo era durante la primera mitad del siglo XX. Una licenciatura ya no garantiza el empleo al más alto nivel, a pesar de que mejora dramáticamente sus posibilidades de conseguir empleo y de ganar más dinero, tanto inmediatamente después de graduación y en el largo plazo. Sabemos también que muchos estudiantes no han elegido un concentración cuando solicitan a las universidades y que muchos otros cambian de especialidad durante sus carreras universitaria. Los estudiantes que anhelan a un título universitario deberían aceptar que la las profesiones tradicionales probablemente requerirán estudios a nivel graduado y / o entrenamiento extenso en el trabajo, sin tener en cuenta la especialidad a nivel sub-graduado. Yo creo que todo esto significa que elegir sabiamente una universidad requiere algo más que la evaluación de la calidad de la concentración de interés actual.
Roberto Noya, CEO &
Educational Consultant
(512) 571-3003
3609 Cheyenne Street
Round Rock, TX 78665
Roberto Noya, CEO &
Educational Consultant
(512) 571-3003
3609 Cheyenne Street
Round Rock, TX 78665